domingo, 27 de diciembre de 2009

8.- Anantapur / Andhra Pradesh / India

Allí nos despedimos de Carlos, en la estación de guaguas en Hampi. El volvía a Kudle Beach donde se quería despedir de la playa antes de volver a Barcelona. Raquel, Jauma y yo, habíamos mientras tanto coincidido en seguir hacia el sur, hacia Anantapur, a visitar la fundación de Vicente Ferrer. Nos habíamos puesto en contacto tan solo unos días antes para hacerles la visita, al parecer podíamos quedarnos allí por tres noches si había plazas claro y aún sin confirmar nos pusimos en marcha, seguramente todo saldrá bien.

P1110858 Esta vez fuimos en tren, por fin, un cambio. Se podía dormir al menos, como se puede ver en la imagen, y no estaba nada mal la verdad.

Nuevamente llegamos a Anantapur casi al anochecer, cogimos un Richshaw y nos plantamos en la puerta de la fundación de Vicente Ferrer para ver si había suerte. Y la hubo para nuestra sorpresa quedándonos tres días por allí.

La organización era increíble, con un despliegue digno de admirar. Cierto es que Vicente estuvo 40 años trabajando en la zona y como muchos sabréis era un ídolo en el condado de Andhra Pradesh.

Nos dieron un cuarto con 4 camas y compartimos un baño con agua caliente, yeessss!!! por fin agua caliente para mi cuerpo y un baño limpio!!! Que lujo por dios y sin mosquitos ni cucarachas ni otros elementos. Aquello me puso las pilas la verdad y sobre todo porque tenían una conexión a internet permanente y constante, o sea… dosis diaria segura J.

Obviamente también estábamos allí para visitar la organización y así que por las mañanas y por las tardes podíamos acudir a centros que mantenía la organización. Nos llevaban en todoterrenos y nos sentíamos increíblemente agradecidos la verdad.

IMG_3770_01 El primer lugar que visitamos fue su mausoleo. Supongo que muy al estilo hindú; presentar respecto al alma pérdida ha de ser lo primero, y sobre todo siendo tan solo unos meses atrás que ocurriera la desgracia.

Luego visitamos un Hospital escuela de la fundación y charlamos con una doctora. Nos contaba que ciertamente trataba en una semana el doble de casos que en España al día; 200 personas!! Increíble.

Al día siguiente visitamos una especia de clínica materna (sorry no recuerdo el nombre) donde las mujeres que daban a luz eran cuidadas por el personal y sus madres por una semana aproximadamente.

Allí vi como bañaban a los niños diariamente de una forma increíble. Los ponían entre sus piernas como se ve en la foto. Los enjabonaban, les daban IMG_3778_01vueltas, les hacían estiramientos y masajes. Obviamente los llantos de los recién nacidos bañándose a la intemperie con agua fría eran dignos de escuchar pero como siempre tras el baño, una mantita y una mimada  para que se relajen y se quedaban como nuevo. Ciertamente parece increíble cómo pueden tratar a un recién nacido desde el punto de vista europeo pero tras preguntar porque les hacían este tratamiento me respondían que lo normal (para ellos) es pensar que tras 9 meses encerrado, uno quiera estirarse un poco no? Jajaj… muy bueno, practicando yoga según nacen… es que son unos cracks.

IMG_3780-01

Tras alguna visita más que yo no pude acudir, bueno vale, no quise pues necesitaba la dosis de internet pero al menos fue donde por fin me motive a crear mi Blog, así que si no me llego a quedar no estarías leyendo esto ;) En cualquier caso allí fue donde conocimos a Olivia y a Virginia de Bilbao que luego se unirían con nosotros y también a Luis y a Marisol de Zaragoza que se estaban homenajeando con un buen viaje por el mundo y habían parado por Anantapur a visitar su niño apadrinado, aquí os pongo su blog http://luloymarisolporelmundo.blogspot.com por si os da alguna envidia… me la da hasta a mí.

Anantapur fue un buen descanso y la organización de Vicente Ferrer digna de toda mi admiración. La ciudad no ofrecía apenas nada que no hubiéramos visto ya en la India así que junto con Virginia y Oliva nos dirigimos más al sur, no sin antes, hacer una buena compra en la tienda de la fundación en compensación por lo ofrecido. Gracias de nuevo :)

sábado, 26 de diciembre de 2009

7.- Hampi / Karnataka / India

IMG_3269_01Y otra vez todo el día en guaguas, como no. Esta vez aproveché en uno de los enlaces para ver si podía pillarme alguna revista, lo típico algo de entretenimiento para leer en el camino pero… como podéis ver en la foto… mejor era seguir con la música.

Así que llegamos a Hampi… eso sí, no sin antes subirse un viejito local en la guagua del último tramo y darme la paliza hablando en su lengua. Yo lo miraba y le decía “sorry, I don’t speak Hindi” pero claro, entre que el hombre estaba alucinando por ver a un extranjero y las copas que llevaba encima, parecía que no había comunicación.

Localicé rápidamente a un local que entendía mínimamente lo que yo le decía y le pedí que se lo tradujera. Este lo hizo pero el hombre seguía de pesado. No paraba de tocarme para llamarme y contarme vete tú a saber el qué. Empleé la técnica de “pues mira, si no gokarna 367_01te entiendo ni tú me entiendes, mejor miro para otro lado y te olvido” pero seguía llamándome y hablándome… así que indignadamente me levanté y me fui unos asientos más adelante. Llevaba todo el día de travesía y no me apetecía nada al final del último trayecto aguantar a un local borracho. Pasados unos minutos miré hacia atrás y vi al chico que me había ayudado a traducir y que estaba atento a toda la jugada. Tenía cara disgustada, como si se sintiera preocupado por verme enojado por la situación. Me pareció curioso pues para mí era solo un borrachín que tenía ganas de hablar con alguien aunque no lo entendieran. Así que hice el esfuerzo de sonreírle para que viera q no estaba molesto que lo entendía y no me preocupaba. Fue curioso la verdad, nunca había visto tal preocupación por alguien ajeno a todo aquello.

Por fin llegamos pero aún teníamos que cruzar el río. Tan solo 30 metros de ancho pero en barca. Esta llevada por los locales, que obviamente cobraban por ello, off course. IMG_3576

Llegamos al guest house, nos instalamos y fuimos a una pequeña zona chill-out que tenían al lado del restaurante. Nos pedimos unas cuantas cervezas y disfrutamos del agradable relax del momento después de todo el día de viaje.

IMG_3382Al día siguiente nos alquilamos unas bicis, y nos fuimos a inspeccionar la zona. Hampi fue declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco y alberga centros sagrados, muchos en ruinas, dentro de sus 20km cuadrados. Sus miles de rocas gigantes de granito IMG_3285forman un escenario inequívocamente espectacular e inolvidable.

Visitando uno de los emblemáticos lugares encontramos que celebraban una boda al lado del mismo templo. Me acerqué con mi cámara suponiendo que no les molestaría que hiciera unas fotos, y así fue. Me dejaron entrar y saqué fotos de los cónyuges, de los músicos y del banquete, al cual terminamos siendo invitados, por supuesto; ya comenzaba a no extrañarme la hospitalidad de esta gente. No quisimos acceder al envite por diplomacia, y un poco por cuidado de nuestro estómago, y nos fuimos a visitar otro templo. Cerca del mediodía la temperatura ya rozaba los 40 grados.

hampi dos 102Nos paramos en otra zona creyendo encontrar los antiguos Establos de los Elefantes, pero no fue así, aunque el lugar era igual de mágico. Nunca había visualizado un escenario como aquel. Rocas gigantes se mostraban en mil formas insólitas de una colina a la siguiente. Parecería que un gigante, por antojo, las hubiera colocado allí mil años atrás. Pero todo no fue ideal. Comenzamos a ver con pasividad como un grupo de lugareños avanzaban repentinamente hacia el sur. No entendíamos el porqué de la prisa, ciertamente el cielo parecía un poco más nublado que por la mañana pero tampoco era para salir corriendo. Ciertamente, varios minutos más tarde, un viento constante comenzó a levantarse y unas nubes, ya bien negras, se acercaban hacia nosotros. Tranquilamente nos dimos cuenta y bajamos a por las bicis. Cuando llegamos a ellas ya empezaba a llover y obviamente ningún lugareño esta por la zona, solo nosotros, los giris ilusos.

IMG_3378 Intentamos hacer una salida pero comenzó a llover fuertemente, al estilo monzón. Ofrecí la opción de pararnos bajo una roca y así hicimos. Dentro de mi conocimiento profundo en monzones no paraba de decir “esto en 5 minutos se para” pues creía que sería como en Canarias. Pues no fue IMG_3411_01 así claro, pasaban los minutos y nos pusimos con las coñas hasta que Enrico y Jauma decidieron ir saliendo hacia el hotel. Se estaba haciendo de noche y nos quedaba como 40 minutos en bicicleta para llegar al hostal. Así que a los pocos minutos de ellos salir, deducimos que sería mejor salir también nosotros pues aquello no paraba. Nos metimos una empapada digna hasta el hotel. Al llegar, pensamos que habíamos superado lo peor pero no era así. Nuestra cama, algunas piezas de ropa y algunos objetos estaban mojados. Parecía que el techo de hojas de palmera aún no conocía el agua.

IMG_3476 Nos pasaron a otra habitación y allí nos quedamos como una semana al menos. Sólo llovió unos días y el resto volvía hacer un calor exuberante. Visitamos algunos templos más y los demás hacían escalada en las rocas que se prestaban geniales para ello. Por las noches, entre los mil cortes de electricidad, nos acoplábamos incansablemente en los restaurantes chill-out de la zona a disfrutar de unas buenas cenas y charlas. Fue como otro agujero negro la verdad con un ambiente bastante hippy.

Por las mañana procurábamos visitar los templos. Entre ellos ver la puesta de sol desde el Monkey Templo no tenia precio la verdad.

IMG_3655

Muy buena la experiencia pero eso sí, allí tuve que pasar la dura experiencia del mal de estómago bien conocido por todos los europeos con la comida Asiática teniendo que retrasar un día más la siguiente ruta hacia el sur.

P1110788

domingo, 13 de diciembre de 2009

6.- Kudle Beach - Gokarna / Karnataka / La India

El agujero negro

Al parecer un amigo de Raquel le había comentado que Kudle Beach, al lado de Gokarna, era un lugar paradisíaco en donde había pasado una temporada. Así que cansados de todo el viajeIMG_3051_01 decidimos hacer el último esfuerzo y salimos hacia la cala vecina para ver, si efectivamente, allí se podía estar mejor que en la misma Gokarna.

Ya rozábamos el atardecer cuando al coger el Rickshaw, los saltos de los innumerables baches de la desastrosa calzada, me hicieron recordar la dura jornada que ya habíamos ya vivido. Aunque esta vez, me acordaba más bien de uno de los tramos que fue de los más divertidos.

En una de las estaciones de guaguas nos subimos a una guagua que era de las más antiguas y rudimentarias. Inteligentemente nos colocamos en la parte de atrás y cuando comenzamos la ruta, la amortiguación de ballesta de la segunda guerra mundial, nos dio a entender la gran estupidez de nuestra elección al sentarnos justo encima de ella. Pero fue de lo más divertido. Los saltos que dimos en cada bache eran tremendos y comenzamos a reírnos pues justo antes de subirnos, nos habían advertido que la carretera estaba en malas condiciones. Obviamente tradujimos “malas IMG_2941condiciones” a la versión europea, pero me temo que la diferencia estaba en incrementar unas diez veces a peor su significado.

Los locales nos miraban sin entender porque no reíamos pero no pudimos evitar que nos entrara la risa tonta al no parar de botar en el asiento de atrás. Intenté sacar fotos del momento pero obviamente era algo imposible, ni con la mejor lente super-extra-estabilizada podía sacar una foto sin que no estuviera mal enfocada. Al menos pude sacarle una a la guagua roja que nos dio al final tanta alegría.

Ese día nos lo pasamos nuevamente cogiendo guaguas desde las 7 de la mañana hasta cerca de las 5 de la tarde, donde el último transporte, el Rickshaw, nos llevaría a Kudle Beah.

TIMG_2933_01anto traslado, con tanto movimiento era agotador pero era un buen sitio para observar y convivir momentáneamente con los vecinos de la zona. A decir verdad era el mejor lugar para entender la vida profunda de La India pues me parecía de la más sana. Como en casi todos los países, entiendo que en los pueblos es donde se respira un ambiente más sano con menos contaminación acústica y atmosférica, y donde la naturaleza aún se abre camino sobre el hombre y no viceversa.

Obviamente el hindú tiene algo que nos diferencia de los europeos, pero de qué se trata? A mi forma de ver, tienen un aire profundo y distinto que aún no sé describir. Parecería que las calles están tremendamente sucias y destrozadas pero siempre están limpiándolas. Parecería que no se cuidan y que no son higiénicos pues comen con las manos pero se lavan todas las mañanas y siempre mantienen un aspecto limpio. Parecería que nada tiene orden o nada funciona pero al final siempre llegas a donde necesitas ir y todos te ayudan para que lo consigas con sus medios reciclados pero aún eficaces.

Las calles terribles de Bombay despertaron en mi, en un inicio, el miedo a ser atracado. Ahora, sentado en un vagónIMG_2951 del tren, un extraño me reservó este asiento por simplemente ser extranjero y querer ofrecerme un detalle como invitado en su país.

Tampoco puedo obviar, lo que a mi forma ver  encuentro como la consideración por las propiedades ajenas, pues diría que es digna de admirar. “Si no es tuyo no lo cojas pues Shiva (o el  dios en el que creas) te estará mirando y observando, y este puede hacer cambiar tu karma, concluyendo en una desdichada reencarnación”. No sé si esto es lo que se les pasa por la cabeza a todos pero al menos fue lo que me dio a entender uno de ellos quedándome impactado.

Supongo que a estas alturas ya comenzaba a encontrar, que mi visión, el prisma con el que se puede inicialmente percibir el entorno, ya estaba cambiando. Me estaba dando cuenta, que a distinta manera, ellos tienen su propia historia y no era tan terrible como yo pensaba. Con ello pude comenzar a aflojar la sensación de “bienhechor” con la que había llegado, creyendo que necesitaban realmente que otro europeo les  “salvara la vida” de su terrible mundo.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

…y tras toda la paliza, llegamos exhaustos a Kudle Beach. No era precisamente una cala paradisíaca como visualmente esperábamos que lo fuera pero luego, definitivamente, cambiamos de opinión por las experiencias que tuvimos.

IMG_3233

Así que caminando en busca de la Guest House recomendada por aquel amigo de Raquel vi a un chico sentado tranquilamente en la orilla de la playa. Lo interrumpí en medio de lo que parecía una construcción placentera de una tortuga gigante de arena para preguntarle por indicacIMG_3184_01iones al hotel.  Resulto que era español y que luego nos pasáramos los siguientes veinte días viajando juntos; Jauma --->

Pero eso no era todo, había más sorpresas, esa misma noche habíamos quedado con Jauma para cenar y este nos presentó a Carlos quien formó el cuarteto durante la siguiente temporada.

IMG_3189_01La primera noche fue pésima. En un lugar bastante básico pero a 2,30€ la noche, intenté dormir entre medio de toda la fauna que habitaba en el cuarto y que no pagaba estancia. Al día siguiente no pude evitar cambiarme a otro hotel algo más caro y en teoría con mejores condiciones pero aparte del lujo de tener cuarto de baño privado, la fauna seguía siendo la misma o incluso peor. Uno  de los factores a tener en cuenta es la construcción de estas shed (cabaña). No cierran el techo con las paredes sino dejan un espacio bastante holgado como puerta de arca de Noe para toda la fauna o para que la humedad no deteriore el cuarto. --- Al llegar después de cenar en la segunda noche, una familia de cucarachas de ochoIMG_3106_02 miembros encontró mi maleta lo bastante confortable como para ocuparla, toda una desgracia cuando tuve que luchar contra ellas chancleta en mano y reclamar mis derechos como  único inquilino.

Mi fobia a las cucarachas se remonta a los tiempos de la era glacial. Si creyera en la reencarnación, seguramente en mis primeras vidas, cuando de día cazaba dinosaurios por la noche huía de las cucarachas. Pero en cualquier caso allí estaba yo, acojonado hasta la medula con todos mis sentidos alerta comprobando por enésima vez que nadie de los diminutos vecinos atravesara mi mosquitera.

Nuevamente cruzaba al mediodía la playa en busca de otro hotel, esta vez las esperanzas eran buenas. Este nuevo tercer lugar, cuatro veces más caro que el primero, ya tenía en su totalidad el techo unido con las paredes y mosquiteras en todas las ventanas. Esa noche tenía que ser la mía. IMG_3076_01 Me encargue de cerrar con mayor seguridad todas las mosquiteras, tapar todos los agujeros existentes e incluso pasarme una hora clavando una tela en la ventana del cuarto de baño para máxima seguridad. Sin embargo, no puede evitar que una pequeña rana conviviera conmigo en el baño pero hey… “tú quédate en el baño y no ronques que yo me quedo en el dormitorio”… y se mantuvo el status quo.

IMG_3150_01De día, la playa y la compañía quitaban todos los males de la noche.  Extrañamente advertíamos que algo nos picaba en el agua. Eran picadas como agujas pero no dejaban marca y nunca vimos de qué se trataba, terminamos por acostumbrarnos pues no era tan crítico como para obviar el lugar y lo que prestaba.

Ya la tercera noche, con mis esperanzas puestas en que esa noche sí dormiría bien, pedimos pizza para cenar. Elaborada a mano y presentada en una hoja de platanera se mostraba suculenta… y my friend… así era (lo siento Piemonte has quedado desbancado por un hindú). Era increíble, al igual que los lassis que estaban divinos. La duda era elegir cual de ellos… si el de plátano, o el de papaya, o quizás el de mango…o el coco…. daba igual, todos estaban increíbles y eran 100% natural. (Aquí ocurre que el cambio es al revés, en Europa sería el 500% natural). En cualquier caso, tras la suculenta cena probamos un Lassi especial o Bang lassi. No conocía de que se trataba pero algo psicotrópico tendría cuando esa noche, tan esperada, terminé escuchando música y viendo colores en la cama, no sé si fue este lassi o la sensación de descanso tan grande al comprobar que tan solo la rana y yo dormíamos esa noche, solos. IMG_3204Al día siguiente nos disponíamos a ir a visitar unas calas al sur pero como ya empezábamos a adaptarnos a aquel sitio nos dio pereza y lo dejamos para el día siguiente. Y qué bueno que lo hicimos pues cuando desayunábamos Carlos se tropezó en la playa a unos amigos que llevaban dos años viajando, bueno ellos si no que vuelven.IMG_3208

Fuimos entonces todos juntos a ver Om Beach y Paradaise Beach cuando de camino nos comentó Iñigo que conocía un risco de donde había gente que se lanzaba al mar. Nos pasamos a verlo y al final la tentación nos sucumbió.

A primera instancia miramos desde lo que podría ser el primer lugar para saltar, unos ocho metros aproximadamente. Mi locura juvenil salto dentro y fuera sin pensarlo. Cuando me di cuenta estaba gritando desquiciada mente en una caída interminable al mar, sin saber con exactitud la profundidad…. Pero todo salió bien y salir a la superficie un apoteósico grito confirmaba que todavía estaba vivo. Carlos no pudo evitarlo y seguidamente también se lanzó al vacío. No olvidaré su cara vista desde el mar así como tampoco su grito de alegría una vez pasado el susto.

 

Aquello estaba bien pero quizás era demasiado, si no caías bien quizás podías lesionarte algo y aunque contábamos con Raquel, la enfermera de abordo, no era cuestión de jugársela y pasamos a los 4 metros donde todos pasamos por el durante un buen rato.

Las siguientes playas eran un tanto de lo mismo, pero definitivamente era muy agradable el tracking para llegar a ellas.

gokarna 355 De vuelta comenzamos a pensar en el cierre de aquella semana fantástica en Kudle Beach, o en el agujero negro como decía Carlos, pues el tiempo parecía que no pasaba. Casualmente tanto Carlos como Jauma pensaban como nosotros en ir a visitar Hampi como siguiente destino y un día o dos después nos despedimos de la estupenda playa que al final nos dio tanta satisfacción.

IMG_3252_01

5.- Palolem / Goa / La India

IMG_2415_01Después de haber cenado una pizza poca apetitosa y su correspondiente Coca-Cola a precio oro  (en este país claro), en un Dominos Pizza por increíble que parezca, me dispuse a preparar el equipaje para salir temprano a la mañana siguiente. Llevaba muy poco en el país pero lo suficiente para darme cuenta que efectivamente reducir la cantidad de kilos a mover era algo crucial. Así que filtré cosas y entre ellas, un buen antiguo regalo que no voy a nombrar de quien, pues creo que hay que ser respetuosos en las perdidas.

Mi maleta de nuevo en la parte delantera de una mítica guagua local con destino al sur donde me reuniría en IMG_2478unos días con Raquel que actualmente se encontraba en Palolem. Había decidido trazar mi ruta más al sur de donde se encontraba ella, en Gokarna, ya dentro del estado de Karnataka, aunque las cosas no terminaron saliendo como planeaba.

Ya en la capital de Goa, Panaji, en cola para comprar billete a la próxima estación, conocí a Rui y Rita de origen portugués y a Cristina. Compartimos ruta hasta Margao y desde allí hasta Palolem donde ellos pensaban quedarse y yo seguir hacia Gokarna. Sin embargo dado que casualmente Raquel estaba en Palolem y estos chicos me parecían muy simpáticos decidí dejarme llevar y quedarme en Palolem con ellos. Aún me quedaban muchos días por delante y ya podría ir luego a Gokarna. Me puse en contacto con Raquel y después de otra mañana en guaguas nos encontramos los cinco en la playa.

IMG_2536

Caminamos por la orilla reconociendo el lugar hasta llegar a una cala donde encontramos un bonito restaurante dentro de un hotel. Ya en Calangute había degustado los famosos Lassis, una especie de yogurt líquido totalmente natural, deliciosos y refrescantes, ideales para el momento pues rozábamos los 40 grados debido a la alta humedad.

IMG_2522_01 Tras comer, instalación en el siguiente hotelillo cutre pero efectivo, paseo por la playa, y como final feliz del día nos dimos los cinco una cena homenaje. Digamos que era un buen restaurante pues visualmente no lo parecería. La comida era exquisita, siempre que la falta de higiene no que quite el apetito claro. Comimos delicias como tiburón, King Fish con masala, gambas o calamares que junto con algunos cocteles y un buen dessert, el “lujo” por persona, nos salió igual que la noche en el hotel; 8€. A pesar de este coste ridículo lo mejor del lugar, lo que no tenía precio, era el ver como una vaca entraba sin problemas en el restaurante y se plantaba en el medio del pasillo totalmente relajada.

Quizás lo que aún sorprendía más era ver como los camareros la esquivaban con sus bandejas en mano como si fuera otro cliente. Increíble, tuvimos la suerte/desgracia de tener una al lado nuestro desde la mitad de la cena hasta la larga charla después del café. Inaudito, pero nos dio un juego grande de coñas y lo pasamos estupendamente.

IMG_2771_04En la foto podréis ver la imagen inédita aunque en este caso desde enfrente a la mañana siguiente, pues parece que también les gustaba pasarse a la hora del desayuno.

P1030652_01Los días pasaron y nos dedicamos a disfrutar de la playa. Alquilamos motos y nos fuimos a investigar las calas más cercanas. Ciertamente cualquiera podía alquilar una moto sin casco ni seguro por 2 euros al día siempre que la entregaras al atardecer.

Las playas estaban bien, mejor que en Calangute aunque Palolem era un sitio mucho más turístico IMG_2742que el resto. El lugar se prestaba a situaciones nuevas como un Ruso negociando el precio de un colgante en la arena, vacas salvajes paseando o un pastor  paseando las suyas. Los perros empezaban también a ser parte del escenario diario pues viven millones de ellos, yo creo que tantos como hindúes. LosIMG_2613_01 cuervos también sorprendían, empezaba a ver que eran como las palomas en Canarias que están en todas partes. Definitivamente los animales forman gran parte de este nuevo escenario que se planteaba enfrente de mi, incluso de camino a un templo nos cruzaron varios monos en medio de la carretera enfrente de nuestras motos.

Creo recordar que tan solo fueron cuatro días en total los que pasé en Palolem pero fueron increíbles, lo pasé genial, tanto con la compañía como con el lugar.

IMG_2913_01

Nuevamente había que empaquetar y salir del horrendo hotel que estábamos, el cual, tenía más humedad en el interior que en el exterior... nos despedimos de Rui, Rita y Cristina pensando en volver a vernos el próximo año en Brazil, lo cual espero con muchas ganas.

P1030729

Siguiente destino, Gokarna.

sábado, 21 de noviembre de 2009

4.- Calangute / Goa / La India

Al final la única forma de salir de Mumbai fue en guagua... sentaditos durante 13 horas de las cuales 3 las empleamos para salir de la ciudad. El motivo: la fiesta del Diwali, algo así como la Navidad por Europa.

Aún no sabemos bien que ocurrió, pero seguimos vivos. Durante las primeras cuatro horas no podía evitar dejar de prestarle atención a la patética película de Bollywood que intentaba simular precisamente a una española que no recuerdo ahora mismo su nombre. El motivo de mi distracción era simplemente el continuo apretar de mis uñas sobre el tapizado contiguo, cada vez que veía IMG_2367_01como nuestro querido e inolvidable chofer intentaba adelantar. Y a mí me llamaban “loco”, en mi época de conducción agresiva como alguno puede recordar; pues no sabría cómo llamarlos a ellos la verdad. Diría que el código de circulación en este país no se aprende en una autoescuela, lo deduzco inicialmente porque dudo que exista alguna. Me atrevería a concluir, que dado lo espiritual que es La India, el aprendizaje aquí debe ser algo más místico, algo heredado de sus antecesores donde extranjeros como yo nunca podremos entender ese lenguaje de conducción, donde adelantar a un camión con una guagua de más de 40 años, con 60 personas a bordo, en una carretera penosa, sin alumbrado, en curvas sin visibilidad, viendo desde el inicio de la maniobra a otro camión en dirección contraria y a pesar de ello seguir pisando a fondo… y escapar por los pelos de la maniobra… es algo meramente imposible de entender para una mente europea.

Así que no era de extrañar que me fueran a llamar la atención por los agujeros que estaba dejando en mi asiento cada vez que adelantábamos cualquier cosa que se nos presentaba, desde un camión a una vaca. Obviamente, o forzadamente, en 13 horas de viaje me dio tiempo para acostumbrarte. Tras unos 40 sustos de lo que en Europa se denominaría “la ostia!!!… este tío está loco!!… casi nos estampamos de frente con ese camión”… conseguí relajarme un poco y darme cuenta que todos los residentes que estaban en la guagua dormían plácidamente. Así que dejé mi vida en manos de aquel desconocido conductor entendiendo que todo aquello era normal, me puse el iPod y como los demás… intenté descansar.

Con el cuerpo extasiado pero agradecido eternamente a nuestro chofer por terminar la travesía con vida, encontramos el hotel donde el amigo de IMG_2289Raquel, Pedro, llegaría en unas horas. Con un grupo organizado, Pedro estaba llegando al final de su viaje de tres semanas por el país.

Una vez convencido a la recepcionista que nos dejara las maletas en la recepción por unas rupias nos fuimos, sin duda alguna, directos a por un baño en la playa. Imaginaos, qué gozada, después de tantas horas en una locura de viaje y sabiendo que ahora mi vida me volvía pertenecer la recompensa del baño era priceless.

Cinco minutos tardó la mujer de la terraza más cercana en venir a ofrecernos la posibilidad de consumir en su local. Después obviamente de ganarse nuIMG_2342_01estra confianza con preguntas muy bien encadenadas donde no daba pie alguno a creer que quería vendernos nada (gran error), accedimos encantados a la oferta, incluso pensé que “buena gente por aquí no?”. Así que pedimos unas cervezas locales, Kingfisher, nos preparamos unas hamacas con sombrilla y nos desplomamos cada uno a los brazos de Morfeo. Tras la tremenda  sobada cumplimos nuestra parte almorzando también en el mismo local.

Así que conocí a Pedro y a Elo, también sevillana, y compartimos unos 3 días con su grupo de visitantes en Calangute. Nos acercamos a algunos lugares por los alrededores como Panaji la capital de Goa y celebramos incluso el IMG_2406_01cumpleaños de Pedro.

Tras la despedida al mediodía decidí quedarme una noche más en aquel lugar antes de  prepararme para el próximo destino donde probablemente unos días después me volvería a reunir con Raquel.

 

 

 

IMG_2399_01

martes, 17 de noviembre de 2009

3.- Mumbai (Bombay)

 


Así que conocí a Raquel, ella conoció a dos chicas francesas Cristina y Paulin… y con ellas conocimos la ciudad. De la cual, todo prácticamente todo, mostraba la misma pobreza con el mismo fondo.

La comida genial, o al menos para el que le guste la comida hindú. Muy picante eso sí, y muy difícil de hacerles llegar a entender que “no spicy” significa nada de picante y no echarle un poco de agua a lo que ya tienen preparado para suavizarlo.


Paseando por la ciudad visitamos la galería de arte moderno aunque más bien parecía la asociación de vecinos de alguna barriada europea. En ella encontramos una exposición bastante alternativa y llamativa que nos gustó a casi todos. Paulin y yo comenzamos a charlar con el autor en una de las salas. Muy entusiásticamente nos contaba sus relatos acerca de sus obras y finalmente le preguntamos qué precio tenía alguna de ellas. Nos dijo que le pusiéramos precio nosotros mismos. Al no tener ni idea pues solo llevaba 24horas en el país, le ofrecí 400 Rupias por una de ellas. Pensando obviamente más en euros que otra cosa, insistí que realmente no sabía bien lo que le estaba ofreciendo, si era mucho o poco. El me miró y muy tranquilamente me dijo que con eso se podían comprar 10 coca-colas… joder!!! trágame tierra!!!… Obviamente me disculpé y me dijo que no me preocupara y que pensara en ello, mientras, me ofrecía un folleto de sus obras, en donde aparecería que había estudiado en USA y expuesto en varios museos entre ellos alguno en Londres… jajaja.. quien me lo iba a decir, aquello parecía una presentación en un sitio mediocre con un artista local, que le dejaron exponer sus obras y resultó que tratábamos con alguien con muchos más conocimientos de los que nuestro juicio inicial del entorno nos había dictado.

Poco más que decir sobre Mumbai, una cerveza cuesta lo mismo que un plato de comida, mucho escándalo y contaminación en las calles así que nos fuimos a la estación de trenes Raquel y yo a buscar billetes con destino a Goa para visitar un amigo de ella.

jueves, 5 de noviembre de 2009

2.- La dura realidad

Tras realizar el prepago del taxi, aconsejado previamente por varias fuentes, se abrieron las puertas al exterior de la terminal 2 de Bombay cerca de las 3 de la mañana del 14 de octubre. Tardé varios segundos en asimilar el impacto ambiental y visual. Casi no sabía a dónde dirigirme pues las pocas señales carecían de sentido. Rápidamente cayeron sobre mi hombres de mediana altura, que bruscamente se empujaban entre sí gritándome algo que probablemente significaría: taxi. Dado que mi misión era encontrar el que ya había pagado ignoré la impaciente ayuda de los locales pues más bien parecían que querían robarme o engañarme.

No tuve éxito y dado que había leído tantas historias sobre la gente que llegaba y eran timados, me rendí a la necesidad de sentarme, calmarme y fumarme un pitillo.

Mientras fumaba, una chica que parecía azafata de vuelo, dialogaba conmigo en inglés sobre lo básico… de donde eres, que haces por aquí, etc… me di cuenta que estaba tan nervioso que hasta mi ingles sonaba ruso.

Tras el tabaco volví al ataque y casualmente el taxi ya había llegado. El fantástico conductor se había olvidado la sonrisa en algún lugar perdido hacia ya varios años junto con sus conocimientos básicos de inglés. Tras enseñarle la impresión de la dirección del hotel y darme cuenta que no sabía leer, me hizo señas para que subiera. Le pregunté varias veces si estaba seguro pero él y otro compi me aseguraron que si, desconfiado deje que cogiera mi maleta y me subí.

Salimos en una diminuta furgoneta y antes de que buscara la forma de acomodarme el taxista se paró y se bajo sin mediar palabra. Le pregunté si todo marchaba bien pero no contesto nada, ni me miró. Le seguí con la mirada y vi como, extremadamente calmado, se dirigía a un aseo. Bueno, pensé, tendrá un apretón.

Volviendo con la misma pasividad al taxi, se subió, se puso el cinto y sin indicador y mirando solo hacia adelante, se incorporó al tráfico sin colisionar con nadie, asomborso. Ante lo cual yo ya me tapaba la boca para que no viera mi risa tonta/nerviosa y se fuera a sentir ofendido.

En tan solo 5 minutos, volvió a parar cerca de algún lugar sin señalizar. Volví a preguntarle si todo iba bien pero no se dignó ni a mirarme. Sintiéndome como la compra del mes en la parte de atrás del coche, abrí la ventana y al ver tres chicos sentados quise, con actitud bien europea, exigir respuesta a todo aquello… y me explicaron que se paraba para cobrar el trayecto de prepago anterior. Uff… bueno, esto será así.

Se volvió a subir con la misma calma, se puso el cinto y nuevamente cerré los ojos para no ver el impacto que nos daríamos al incorporarnos al caos de la carretera… pero nuevamente no paso nada.

Al pasar 15 minutos confié que no habría más paradas y que podría disfrutar del viaje al hotel. Así que me relajé un poco y me dispuse a disfrutar del viaje… sin embargo, fue aquí cuando apareció la dura realidad… dios mío!!! todo está destruido!!! como si hubiera pasado un holocausto o una guerra nuclear… no existía arquitectura en pie que mantuviera signos de su forma y colorido original… la cantidad de deshechos de todo tipo se mesclaban en el escenario decoloro. Confuso, comencé a darme cuenta de lo más duro… cientos de personas aparecían en la escena durmiendo en el suelo, sin nada, sin una simple manta o trapo que las cubrirse… mujeres, ancianos, niños… dios que tristeza, que pobreza… estoy seguro que estas primeras imagines no las olvidaré jamás.

Yo creí estar preparado, sabía a donde viajaba y me había informado pero he de reconocer que Inma Brito tenía razón… “por mucho que te lo intenten describir, el primer impacto no lo entiendes hasta que lo ves”.

Después de una media hora del mismo escenario, mi “coloquial” conductor decide volver a pararse… joder!!! y ahora qué??... era imposible que mi hotel estuviera situado allí!!! Obviamente volví a preguntar pero ya no me inmuté cuando no obtuve respuesta.

Solo y en aquel sitio me sentí como un fajo de billetes en medio del Bronx pidiendo ser cogidos… que nervios. El taxista se metió en otro de esos sitios sin luces ni carteles… ¿A dónde coño va ahora?... Unos 10 minutos después salió tranquilo, volvió a subirse y arrancó sin inmutarse. Será capullo! vamos a estar haciendo recados toda la noche antes de llegar al hotel… lo pensé aunque daba igual decircelo, el tenía su misión aunque yo no tenía claro cuál era.

Cuando conseguí bajar las pulsaciones, volví a seguir observando el entorno… todo seguía igual… gente durmiendo debajo de camiones, niños desnudos, mujeres buscando entre la basura… Me chocó ver carteles enormes del Bollywood anunciando películas con actores flamantes en medio de aquella atmósfera. El contraste era denunciable, como podían atreverse. Con una sola película podrían mejorar y ayudar un solo barrio de aquella caótica y destruida ciudad.

Finalmente, tras una hora de trayecto, llegué al hotel. A pesar de haber pasado todo el trayecto deseando que no fuera en ninguno de aquellos sitios… así fue. Al dejarme se me cayó el mundo encima cuando vi que la foto en internet la sacarían el día que construyeron el hotel, unos 40 años antes, en otro país.

Sin alternativa y a las 4 de la mañana, bajé mi maleta, hice el chech-in y abrí la puerta de la luxury roon. Obviamente, lo de luxury depende de la visión de cada uno. Tumbado en la cama, donde con el pie tocaba una pared y con la mano tocaba la otra, meditaba sobre todo lo que había sucedido desde el aeropuerto hasta aquel cutre y sucio lugar.

A la mañana siguiente, me encontraría con Raquel, una chica que había conocido por medio de Indiga.org y que se hospedaba en el mismo hotel. Dado que no pude dormir, una hora antes de conocerla, decidí dar una vuelta a la manzana para inspeccionarla. Solo fueron 10 minutos, pero nuevamente no puede creer lo que veía. Todo, absolutamente todo, estaba destruido y deteriorado, como si lo hubieran construido hacia 100 años y jamás lo hubieran vuelto a tocar. Me sentía como un ricachon entre medio de aquella gente y me di asco, era como que poca moralidad podía tener pasar entre gente durmiendo en el suelo y yo tan limpio y arreglado. La carencia de necesidades básicas era tal que me tuve que volver al hotel a asimilarlo.

Me di cuenta que también tenía miedo, pensaba que me robarían. Llevaba mi réflex y pensaba que aquello era un gueto pues es en lo único similar que conocía y que podía comparar.

Volví a los dos metros cuadrados sin ventana, y no pude aguantar más de 3 minutos encerrado allí. Decidí acercarme al balcón del hotel e intentar asimilarlo… y así fue… después de un rato comencé a ver que no era para tanto… que no era un gueto peligroso, tan solo todo está sucio, viejo y destruido pero la gente se comportaba civilizadamente.

La mañana comenzaba, los lugareños comenzaban sus tareas, y el caótico tráfico iniciaba su estruendoso ruido.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

1.- La salida y la llegada


"Salida del vuelo de Iberia con destino Madrid"... se escuchaba en los altavoces del aeropuerto de Las Palmas de GC ... y en este caso, ese era el mio.

Me había levantado a eso de las 5 de la mañana, el 12 de octubre, con apenas 4 horas de descanso en el cuerpo. Nuevamente había terminado la maleta unas horas antes y en esta ocasión, los nervios sí se apoderaban de mi, pues significaba el comienzo real de uno de esos viajes, donde te aventuras solo y el estomago parece que se te encoje, dejando todo el cuerpo alerta a lo inexplorado.

Aunque aún quedaban horas para pasar el umbral de lo conocido, me dirigí a la puerta de embarque y me dispuse a realizar los ritos habituales... algo de agua, un libro, música, .... y en breve, me encontré en Barajas esperando 5 horas al siguiente vuelo con destino a la vieja y conocida Inglaterra.

Siendo consciente pero sin saber si sucedería, tuve la suerte de ver a Cira que se encontraba de transito de vuelta a LPA. Corto pero intenso, no olvidaré lo casual y fortuito de nuestro encuentro antes de mi partida... todo una última carga de baterías antes de partir.

"Salida del vuelo de Iberia con destino Londres, Heathrow"... subamos de nuevo... mismo ritual... y llegada a Londres con tiempo suficiente para pasarme primero por un típico pub local en Hammersmith, deleitarme con un clásico Fish & Chips con su correspondiente pinta de cerveza... (una Carling para los entendidos)... umm... que recuerdos...

Noche helada, por supuesto, en un Victoriano Bread & Breaksfast casualmente regido por un Hindú. Este, alardeaba de tener negocios y mucha familia en Washington y se asombraba de mi intensión de viajar solo por mes y medio en su país de origen. Yo, con escucha activa, observaba lo curioso del encuentro, parecía que estuviéramos parados en la misma plataforma pero viajando en sentidos opuestos... yo hacia el tercer mundo... y el hacia el primero... aunque poco tardaría en entender... que uno enumera siempre desde donde se encuentra.

Buen descanso aunque corto, y nuevament en ruta... desayuno en el Starbucks y paseo en metro hacia el aeropuerto. Después de tres años sin pisar la Queen's Land... no hubo tiempo de repasar memorias... tan solo observé en el metro que los móviles ya casi habían abolido a los periódicos y libros... una pena, pero supongo que todo cambia.

Poco interesante cabría que decir de un vuelo de nueve horas, a 1.000km/h, que no sea cansancio y ganas de llegar... pero eso si, una vez las ruedas tocaron pista, el corazón se aceleraba, y al cruzar la puerta de salida un nuevo aire por fin se filtraba entre el avión y la pasarela de acceso a la terminal.